Rosalia Lombardo

Hacia tiempo que no ponia historias un pelin... curiosas. Ahora he hecho un pequeño descubrimiento que me ha llamado muchísimo la atención. La historia de Rosalia Lombardo. o más bien conocida como "La bella durmiente de los Capuchinos".

Rosalia Lombardo es la estrella de las catacumbas de los Capuchinos, situadas en la ciudad de Parlermo, Italia. La niña tenia 2 años cuando murió, el 6 de diciembre de 1920.


Por la placidez que exhibe su incorrupto rostro, la llamaron La Bella Durmiente. Por desgracia, el secreto de su perfecto embalsamamiento, realizado a base de inyecciones de algún compuesto químico, se perdió.

El cementerio del monasterio de los Capuchinos se quedo pequeño en el siglo XVI. La solución que encontraron los monjes fue construir criptas para enterrar allí a los compañeros de la Orden que pasaban a mejor vida.


Los palermitanos mas pudientes les encargaban el embalsamamiento y custodia de sus familiares fallecidos.

Una vez momificados estos, los parientes podían ir a visitarlos, rezarles o incluso cambiarles las ropas… Para ello debían realizar donaciones que los monjes empleaban en el mantenimiento de las catacumbas.

Cuando cesaban las contribuciones de la familia, el cadáver era retirado y colocado en un anaquel en zonas apartadas. Un total de 800 cuerpos se acumularon en los pasillos de las catacumbas hasta que la Junta de Sanidad de Palermo dictaminó en 1855 que no se continuara con la desecación de cadáveres. Aun así, se realizaron algunas momificaciones mas, como la de Rosalia.

Los pasillos están divididos en categorías: hombres, mujeres, mujeres vírgenes, niños, sacerdotes, monjes y profesionales (jueces militares, profesores…).


Los capuchinos perfeccionaron durante años diferentes técnicas de embalsamamiento. Algunos cuerpos eran colocados en un baño de cal o arsénico. En otros casos, se aplicaban fármacos e inyecciones. Aunque la técnica más común fue la de deshidratar los cadáveres durante un tiempo (entre ocho meses y un año) dejándolos en pequeñas celdas llamadas “coladores”. Después eran sacados, lavados y enjuagados con vinagre antes de su exposición definitiva en los nichos o en las cajas de madera colocadas a lo largo de los corredores.

Joder, sólo de escribir la historia se me ha puesto de punta todo menos el miembro viril!!! y es que hay cosas que nunca se deberían haber hecho o nunca deberían salir a la luz... no creeis?